Tarea 4: reflexión sobre patentes

El tema de las patentes puede ser complicado. Por un lado, más allá de las ganancias económicas, a nadie le gusta que otros se atribuyan su idea como propia. Por otro, las patentes se centran principalmente en asegurar exclusividad sobre un invento o idea.

En general, creo que las patentes frenan el desarrollo más que impulsarlo. En el ámbito de la innovación tecnológica, que me me resulta más lejano, las posibles desventajas de su existencia serían el monopolio si no se puede crear un producto similar y el freno de la mejora de esos inventos, ya que no admite que otras personas cuenten con la información para añadir modificaciones al invento original.

Sin embargo, en el ámbito de la investigación en salud, del cual estoy más cerca, creo que las patentes son un tema bastante complejo. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la noticia en la que decía que antes las compañías biotecnológicas podían patentar genes, y hace no tanto, poco más de 10 años. Me resulta increíble que eso se admitiese, ya que los genes son parte de nosotros, no los ha creado el ser humano. Además, patentar genes supone un freno increíble en la investigación genética, tanto a nivel del cáncer, en el que es fundamental, como en otras enfermedades.

Por otro lado, el tema de las patentes de medicamentos es más compleja. Los costes de desarrollo de medicamentos son enormemente elevados, y gran parte de la carga la llevan las farmacéuticas. En ese sentido, tiene cierto sentido que quieran "recuperar la inversión". Sin embargo, las patentes tal y como están diseñadas presentan grandes problemas éticos en este ámbito, como en los casos de la medicación contra la hepatitis C o las vacunas del Covid-19. El monopolio puede generar un gran problema, ya que pueden establecer el precio que crean conveniente, y esto crea una enorme barrera entre las personas y países con más o menos recursos, y los sistemas de salud públicos pueden verse obligados a pagar grandes sumas por un remedio injustamente caro.

Para mí, resulta evidente que en la investigación en salud no se dejaría de innovar sin la existencia de patentes, ya que hay una gran cantidad de científicos investigando en el ámbito público sobre temas que probablemente no les lleven a ninguna patente. Sin embargo, en el caso de los productos farmacéuticos hay veces que en el ámbito público no existen recursos para llevar a término todos los ensayos clínicos necesarios, por lo que existe cierta dependencia del sector privado.

Comentarios

  1. Está cñaro que lo de las patentes es polémico...

    ResponderEliminar
  2. claro (que se me ha colado una errata con las prisas)

    ResponderEliminar
  3. Las patentes buscan proteger la innovación, pero en ámbitos como la salud pueden convertirse en una barrera más que en un impulso. La posibilidad de patentar genes o monopolizar medicamentos plantea dilemas éticos profundos. Aunque la inversión privada es clave, el acceso a la salud no debería depender solo de intereses comerciales.

    ResponderEliminar
  4. Estoy de acuerdo con la complejidad de las patentes en el ámbito farmacéutico. Considero que la ética exige la necesidad de imponer ciertos límites en el uso de estas patentes, ya que hay un paso importante entre poder recuperar los elevados costes de la investigación y enriquecerse desmesuradamente a costa de la sociedad. Está claro que el sistema actual permite que la salud se convierta en un privilegio que depende de los recursos económicos de los que disponga la persona enferma.

    ResponderEliminar
  5. Yo también creo que una vez recuperada esa inversión inicial debería primar el servicio hacia la ciudadanía. Me ha gustado que te centraras en un sector concreto y me hace preguntarme sobre cómo variará en otros.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, aquí acabamos el curso. Muchas gracias por tu participación y suerte con la tesis.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tarea 1: mini-paper no científico

Pregunta de tesis